miércoles, 23 de diciembre de 2015

Motivación- deportistas – Bloqueo.

Cuando leemos reportajes donde deportistas que tienen repercusión mediática hacen declaraciones sobre la gesta realizada, casi siempre nos viene a la mente la capacidad de “sufrir” que ha desarrollado. Es aquí donde hacemos hincapié ya que siempre repartimos esa carga a un 50% aproximadamente  entre lo mental y lo físico.
Cuando lo trasladamos a los atletas o deportistas habituales, sin ser profesionales necesariamente es importante lograr el equilibrio, porque cuando controlamos más una parte que la otra,  es porque lo hacemos en su detrimento.
Este es un trabajo progresivo en el tiempo que hay que realizar sobre todo en los entrenamientos, no sólo cuando estamos a punto de afrontar una prueba.
La motivación debe trabajarse con mucho cuidado, muchos atletas populares entrenan casi como profesionales, quitando tiempo a su vida personal y  familiar, sin olvidar que además tienen un trabajo en el que deben rendir adecuadamente, esto nos puede llevar a una situación de estrés incontrolable, el entrenamiento debe ser un tiempo de desconexión.
La motivación integra todas las variables personales, sociales y ambientales que determinan la elección del deporte que se practica, la intensidad, la persistencia y el rendimiento.
La elección es bastante inconsciente,  porqué corres? porque me gusta etc. pero no hay una respuesta concreta,  siempre hay un componente inconsciente que nos lleva a elegirlo y es la base donde vamos perfilando la manera de llegar a entender porqué tenemos ese bajón de rendimiento o desmotivación, tratamos de llegar a encontrar la razón inicial que nos ha llevado a elegir ese deporte. Si lo identificamos podemos rescatar esa razón primigenia y tratarla. Reflexionemos sobre qué razones nos hicieron elegir ese deporte.
Intensidad se relaciona con la persistencia y el rendimiento y mucho con la percepción de probabilidad de éxito que podemos tener.
Tenemos que aprender a valorarnos respecto a lo que conseguimos por nosotros mismos. No podemos centrarnos sólo por lo competitivo  ganar o perder. Este es un factor para bajar el rendimiento, si pierde se desvaloriza muy fácilmente.
Respecto a la persistencia está comprobado que las personas que se valoran más a sí mismas a través del aprendizaje y de la capacidad de mejora y no tanto en demostrar que tienen una superioridad, persisten más en la práctica deportiva, rinden más y tienen más motivación.  
La motivación es la base del impulso que nos lleva a la autorealización, entendida esta como la percepción que tiene la persona de verse a sí misma dirigiendo todos sus esfuerzos para conseguir  aquello que quiere, y nos ayuda en la vida fuera del deporte, en la vida cotidiana.
El deporte es un ámbito de la vida que podemos controlar, podemos planificar objetivos, metas, intentar controlar las expectativas, nos entrenamos para conseguirlas, si esto lo podemos trasladar al nivel más personal, el deporte nos sirve de entrenamiento de todos estos aspectos y se establece un nexo de unión entre la faceta deportiva y la personal/profesional.
Mucha gente a través de esta disciplina emocional canalizada en lo deportivo alcanza niveles de  seguridad en sí misma.
Cómo ayudamos a un deportista? Lo primero y tal como explicamos más arriba es buscar la razón inicial que nos decantó por esa actividad y lograr que vuelva a recuperar la ilusión inicial. Luego identificamos  las motivaciones internas (más controlables) y las externas (reconocimiento, popularidad) las separamos, identificamos y trabajamos en darle más importancia a las que son verdaderamente internas, debemos aprender a valorarnos a través de nosotros mismos por encima de terceros.

Por consiguiente si necesitas ayuda en este campo tenemos mucho que hacer y los resultados no sólo en lo deportivo sino en la vida cotidiana serán contrastables desde la primera sesión.   

jueves, 10 de diciembre de 2015

Plantillas para ciclistas. ¿Por qué?



Parece mentira que en un deporte donde a priori no hay contacto con el suelo un elemento como las plantillas tengan un interés especial.
Algunos diréis que en la práctica del mountain bike o del ciclocross sí que hay tramos donde a veces se transita a pie, ya sea corriendo,  empujando o simplemente reteniendo un descenso empinado, pero a la mayoría nada más nombrar la palabra ciclismo, nos viene a nuestra mente la imagen de dar pedales. Y es aquí donde queremos desarrollar la explicación de esta entrada.
Los elementos que componen la figura son pie, zapatillas, pedales y sujeción al pedal o cala. Desglosamos cada parte y vemos que el pie va sujeto en la zapatilla, que ya de por sí son modelos más estrechos  y que tienen una suela rígida incluso modelos de carbono.
Cuando hablamos de sujeto al pie es literal, ya que los fabricantes han pensado en una variedad de sistemas para sujetar desde el rápido y cómodo velcro, muy utilizado en triatlón por ejemplo, hasta sistemas más sofisticados que combinan velcro con cierres carraca, boa o micrométrico como quieras llamarlo, pero que en cualquier caso la finalidad es lograr una segura sujeción del pie dentro del calzado.

Por otra parte tenemos la pieza que une la zapatilla al pedal que según sea para montaña o para carretera tienen  diferentes agarres y cuyo objetivo es hacer con la extensión de la pierna  una fuerza redonda tanto de subida como de bajada de las bielas y no temer por el desplazamiento del pie en el pedal y que pueda producir alguna lesión.
Por consiguiente procederemos a hacer una estudio biomecánico de la postura en la bici y trabajaremos sobre la plantilla con elementos semirrígidos puesto que los soportes plantares no deben ser blandos, de esta manera nuestro objetivo es transmitir la mayor energía posible al pedal. Contamos que irán las plantillas perfectamente adaptadas a la estrechez de las zapatillas y no producirán molestias de confort.


Para corrección del  varo, valgo o dismetría jugaremos con la angulación de las calas o incluso con el grosor de los pedales. La correcta colocación de la cala hace que la presión se reparta por el antepie y el metatarso, cualquier problema que derive de estas articulaciones repercutirá en el eje tobillo, rodilla y cadera.
Se pedalea con el antepie y si todo estuviera correcto la pérdida de energía sin plantillas sería menor, pero cualquier anomalía nos haría perder parte de esa energía de pedaleo que puede ser corregida por unas plantillas adecuadas.
En conclusión si estabilizamos el arco plantar longitudinalmente la presión es más uniforme lo que se traduce en mayor fuerza de transmisión, por consiguiente mejoramos el rendimiento y optimizamos el desgaste de energía.