jueves, 18 de febrero de 2016

Running, una práctica saludable.



Una gran cantidad de adeptos se suman cada día a la práctica del running. Gran  parte lo hacen atraídos por la facilidad de su acceso y los beneficios futuros que conlleva. Es un deporte que tiene una disponibilidad total ya que no se necesita infraestructura para realizarlo, no necesitamos  un campo de futbol, ni una piscina si fuera natación  por ejemplo. El salir a correr no entiende ni de edad ni de clase social. Evidentemente que luego cada uno se lo toma con el grado de competitividad que su motivación personal le guie.

Estos son algunos de los beneficios que nos aporta:

1.1 Reducción del riesgo a padecer enfermedades: Hay enfermedades muy comunes que con la práctica de una  actividad física regular, reducen drásticamente sus manifestaciones,  como pueden ser la diabetes tipo II, el colesterol, la hipertensión o la obesidad.
1.2    Mejora del sistema cardio-respiratorio: Es uno de los aspectos que primero vemos beneficiados con esta práctica, cada vez aguantamos más el ejercicio y la sensación de mejora es muy perceptible por la persona, ya que al mejorar la respiración y el pulso, el sistema se fortalece. Además el reposo, clave para este sistema, también se ve recompensado ya que la conciliación del sueño se vuelve más fácil y éste más duradero y reparador.
1.3    Fortalece los huesos: El ejercicio de impacto es muy favorable para la prevención de la osteoporosis, ya que los fortalece y densifica. Aún así, hay que amortiguar bien los impactos ya que éstos a la larga traen problemas articulares. Lo mejor en estos casos es consultar con un podólogo para valora la posibilidad de usar plantillas.
1.4  Regenera masa muscular: El running como todo deporte de cardio, tonifica los músculos y evita atrofias musculares causadas por la edad y/o el sedentarismo.
1.5  Mejora nivel físico-estético: Ayuda al control de peso, a ponerse en forma y a remodelar la figura.
1.6   Salud mental-sistema emocional: Como toda actividad física el running reduce estrés y ansiedad, también puede ayudar a aumentar el nivel de autoestima y bajar el tono depresivo de algunas personas. Por otro lado actualmente, aunque se considera un deporte que se realiza a nivel individual, el apego de éste a las redes sociales y la importancia que ha llegado a tener en nuestra actual sociedad lo convierte en una autentica  arma de socialización.

Tener siempre en cuenta la prevención: las recomendaciones médicas para la práctica deportiva y hacer revisiones generales/particulares (medicina deportiva y especialidades adjuntas si es necesario) son claves para nuestro futuro estado de salud. Este punto cuesta mucho de introducir en corredores jóvenes, pero los más avanzados en edad saben a qué nos referimos y cuánto nos jugamos en este aspecto. Muchos de ellos se arrepienten de no haber tenido todos los servicios a su alcance cuando empezaron a hacer deporte en general y ahora las medidas que pueden tener, muchas veces son más paliativas que preventivas. Tenemos que pensar que al no tener entrenador, nos encontramos solos ante posibles problemas que no podemos preveer, por eso nuestro mejor entrenador en el running puede ser nuestro profesional médico (medicina deportiva-fisioterapia-podología)

jueves, 4 de febrero de 2016

¿Que mueve a un ultra atleta de larga distancia? Carles Aguilar - parte2

Segunda parte e interesantes conclusiones a tener en cuenta cuando nos preparamos para afrontar un reto o una distancia que no es la habitual en nuestra experiencia previa.
Carles Aguilar nos explica y aconseja sobre su logro en la Banyoles Legend Xtrem

Cuando estás inmerso en un reto de estas características, piensas si la preparación ¿ha sido la adecuada? ¿Tienes momentos de dudas al respecto?
Para preparar un reto de características similares al que estamos comentando creo que es muy difícil realizar un tipo de entrenamiento específico para ser capaz de estar corriendo por ejemplo 15, 20 horas e incluso más.
Los atletas que hemos efectuado experiencias similares sabemos que los entrenos, a pesar de las altas exigencias físicas y mentales, deben ser controlados y nunca excedernos en cuanto a los límites digamos “razonables”. El cuerpo debe ser capaz de asimilar el esfuerzo y recuperar energías para afrontar las nuevas sesiones. Los entrenos nunca deben ser llevados al límite ya que ello es absolutamente contraproducente en las largas distancias y nuestro organismo no es, en ningún caso, una máquina infalible.
Pero cuando un día en concreto durante el entreno experimentamos sensaciones negativas y el cuerpo no responde, todo ello puede traducirse en una auténtica debacle física y mental  y uno puede llegar a sentirse totalmente impotente ante la perspectiva de que esa situación se reproduzca durante el desarrollo de la prueba lo que supondría un auténtico desastre. Las dudas aparecen en muchas ocasiones durante la fase de entreno y hay que prepararse también para saber afrontarlas y sacar conclusiones en positivo siempre que ello sea posible y en caso contrario utilizar el sentido común.

Entendemos que  hay umbrales de dolor, molestias etc que se van produciendo durante una ultra, ¿cómo logras vencer ese momento?  que seguramente te acompañará hasta los metros finales.
En una prueba de ultra distancia es inevitable que aparezcan momentos realmente duros, en los que el dolor muscular va creciendo de forma exponencial, hasta el punto en que a veces uno no tiene uno más remedio que llegar a detenerse varias veces para intentar recuperar algo de energía. En una prueba de larga distancia siempre ocurren momentos en los que nuestro organismo parece que ha llegado a su máxima capacidad de resistencia y se manifiesta una necesidad imperiosa de detenerse y abandonar la aventura. El dolor existe, es muy intenso y cada vez más presente pero la única alternativa de la que disponemos es seguir avanzando si no queremos abandonar definitivamente nuestro objetivo. Es entonces cuando hemos de utilizar toda nuestra fuerza mental para construir una salida hacia delante creando pequeños objetivos parciales que debemos ir alcanzado paulatinamente y visualizar todo aquello que nos ha impulsado a tomar nuestra decisión de conseguir el reto.

Una vez finalizada la prueba algunos atletas piensan que nunca más repetirán una cosa así, pero a los pocos días ya vuelven a pensar en lo realizado y poco a poco se van animando a por más ¿esta “dependencia” te ha sucedido? ¿La experimentaste alguna vez? Qué sientes en esos momentos que recuerdas con placer lo conseguido.
Después de horas y horas de esfuerzo continuado desarrollando la prueba lo habitual es que al concluir uno se sienta totalmente vacío, absolutamente destrozado por el esfuerzo y ese estado no es tan sólo físico sino también mental. En esos momentos, lo que el organismo necesita es auto protegerse de semejante castigo y ello implica que uno se plantee no volver a intentarlo nunca más porque todo esa experiencia tan intensa está todavía a flor de piel y es algo que sigue doliendo a pesar de la satisfacción interior por haber conseguido el reto previsto.

Después de algunos días esa sensación se va normalizando y poco a poco las neuronas recuperan su equilibrio y uno empieza a ser consciente de que todo el esfuerzo ha valido realmente la pena a pesar de que físicamente la recuperación siempre es mucho más lenta y requiere de un proceso de máxima atención.


Y seguramente Carles nos volverá a sorprender pronto con otro gran reto.