miércoles, 25 de mayo de 2016

Pie cavo y tendón de Aquiles.

El pie cavo es una alteración estructural del pie que presenta un aumento en la altura de la bóveda plantar y que puede afectar severamente al tendón de Aquiles, comprometiendo su estructura y facilitando una rotura si no se toman las medidas oportunas de corrección.
El tendón calcáneo o tendón de Aquiles es el más potente del cuerpo, tiene forma de cuerda gruesa y uno de los que mayor temor produce a los deportistas, cualquier problema que tenga su origen en él dará como resultado  una alteración en la progresión de entreno o incluso en consecuencias mayores.
Durante el movimiento de carrera los músculos de la pantorrilla bajan el antepié contra el suelo después del apoyo del talón y lo elevan durante la fase de despegue. Esta repetición y la fuerza que produce hacen que sea la causa de inflamación. Este mecanismo es aplicable a casi todos los deportes que conlleven movimiento o desplazamiento por consiguiente imaginemos la incidencia directa en un runner.
La realización de soportes plantares (plantillas)  totalmente personalizados conseguirá aumentar la superficie de apoyo del pie, descargar la zona de la fascia plantar y del talón, así como disminuir la posición en garra de los dedos. Este elemento externo es fundamental como prevención directa.
La rotura del tendón de Aquiles puede producirse por un proceso degenerativo previo o por una tendinitis crónica latente.
La rotura es el peor de los resultados y la intervención quirúrgica es el único método de reparación factible, con la posterior fase de rehabilitación, pero un dolor previo, agudo y que es muy molesto puede ser una tendinopatía que si no se trata a tiempo puede convertirse en crónica. Y es justamente aquí donde debemos prestar especial atención ya que puede ser el aviso previo a la rotura con las consecuencias arriba descritas.
El origen de este mal puede ser  un calzado no apropiado, un  exceso de entrenamiento o una técnica de carrera deficiente. Y como estamos explicando, un factor predispositivo, es el pie cavo.

Como prevención no debemos olvidar estirar las pantorrillas y los tendones antes de iniciar los ejercicios de carrera y visitar un especialista para un estudio biomecánico que nos diagnosticará si entramos en grupo de riesgo de esta patología y sus peores consecuencias.

martes, 10 de mayo de 2016

Como debemos cortarnos las uñas.

Las uñas son unas de las partes más importantes del pie cuando de sumar kilómetros se trata. Casi todos los corredores que se precien han sufrido algún tipo de problema con ellas, desde la típica uña negra hasta los  dolorosos uñeros.
Alguna de las razones por las que se producen estos molestas patologías son previsibles y una buena prevención puede ayudarnos a evitar estos inconvenientes que pueden parar nuestra progresión de entrenamiento.
Las uñas de los pies  crecen 0,1mm cada día aproximadamente. El ciclo normal de reposición de la uña del dedo gordo es cada 12 meses. Aunque a veces nos acordamos de ellas sólo cuando nos molestan cada vez más los corredores habituales prestan mayor atención al cuidado de las mismas.
El corte debe hacerse de manera recta (cuadrado) y evitar redondearlo, es aconsejable remojar previamente durante unos minutos para ablandar, así el corte será más fácil y controlado, luego es conveniente terminarlo con una lima para quitar las irregularidades y darle la forma final, dejando unos 1,5 a 2mm aprox. de volado.
Los tips más clásicos como el evitar estrenar zapatillas el día de la carrera, no cortarse las uñas justo entonces y explorarse minuciosamente los pies luego de una tirada larga son los que no debemos olvidar nunca.
La cadencia de corte es cada 10 o 12 días según la morfología  de cada uno, una alternativa previa es limar correctamente para controlar el crecimiento sin aristas o puntas imprevistas.
Los practicantes de la modalidad de trail run son los que mayores problemas padecen por la tipología del terreno y la presión que ejerce el peso del cuerpo / pie sobre las punteras en pendientes  pronunciadas o desniveles del sendero.
Otra manera de prevenir molestias es el correcto acordonamiento de la zapatilla, cruzando la puntada larga desde el ojal del dedo gordo hacia arriba cuando anudamos levanta la puntera y esto alivia la presión sobre la uña, que normalmente es la que más sufre por su tamaño y posición.
Si eres mujer es mejor evitar el esmalte de uñas ya que tapa la ventilación, secar muy bien el pie luego de un esfuerzo e hidratar con los productos adecuados nos ayudan al mantenimiento saludable y recuerda uñas demasiado largas uñeros, demasiado cortas uña encarnada.

Dejar el cuidado del pie en manos de una profesional especializado es la decisión correcta así nos evitaremos males innecesarios.