Estos consejos para empezar a correr te serán muy útiles para no acabar con una lesión o dejando tu propósito de lado. La sensación de liberación y de bienestar que aporta el deporte es increíble, pero si decides empezar a correr debes de tener en cuentas algunas cosas.
Elegir las zapatillas adecuadas según tu pisada y el terreno
en el que vaya a correr. Para hacerlo bien, primero deberías hacerte un Estudio
Biomecánico de la Pisada, con ello, conocerás como es tu pisada (supinadora,
pronadora o neutra) y si necesitas soportes plantares para corregir tu pisada y
evitar lesiones, cómo la fascitis plantar, o malas posiciones. Una vez sepas cómo es tu pisada, debes de
elegir tu zapatilla teniendo en cuenta el tipo de pisada, sobre que terreno vas
a correr y con qué asiduidad.
Calcetines e hidratación. Es importante usar unos calcetines adecuados a
tu talla y que transpiren, de este modo evitaras rozaduras y problemas cutáneos
por el sudor. Además de revisar que los pies estén bien hidratados, de este modo la piel es más elástica y sufre menos.
Las uñas deben de estar cortadas correctamente. Una uña mal
cortada o de una longitud no adecuada puede dar lugar a uñas negras debido al impacto con la
zapatilla, encarnación de la uña y otros problemas derivados de este factor.
Calienta y estira. Empieza con un buen calentamiento para que tu cuerpo y los músculos de tus pies estén preparados para una actividad más intensa. Al acabar, estira, de este modo evitaras contracturas o dolores cuando tus músculos se enfríen.
Cómo empezar
Una buena forma de empezar es diseñando la
ruta. Saber qué circuito vas a hacer y adecuarlo a tu nivel. Tu ruta no será la
misma el día 1 que el 365.
Ves de menos a más. Sabemos que te hace ilusión y que
empiezas con muchas ganas, pero no quemes todas tus energías el primer día. Empieza
con una carrera suave y combina correr con andar. A medida que vayan pasando
los días podrás ir aumentando la intensidad. También es bueno empezar y acabar con suavidad para evitar los cambios bruscos de ritmo.
Busca el equilibrio entre entrenar y descansar. No todo debe
de ser sacrificio. Este es un consejo muy importante, si tus pies y tu cuerpo
no descansan, tienes más probabilidades de sufrir alguna lesión o una caída.
Alterna días de entrenamiento con días de descanso, sobre todo los primeros
días, tu cuerpo se tiene que habituar a tu nueva vida y esto no se logra en
dos días.
Por último… ¡La hidratación y la alimentación también son
muy importantes! No lo olvides, una dieta equilibrada y una buena hidratación
te ayudarán a tener más energía.
Y recuerda…. ¡Cada pisada cuenta!
¿Quieres empezar? Reserva tu cita para realizarte un Estudio
Biomecánico de la Pisada.
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