En nuestra clínica deportiva Plantillas Deportivas estamos de celebración, sí, esta semana inauguramos nuevas instalaciones y podremos seguir celebrando las victorias de nustros pacientes y deportistas esponsorizamos.
En especial hay que destacar al Atleta Visible, que recientemente ha conseguido su marca personal en la Maratón de Barcelona y primer clasificado con discapacidad visual. Por otro lado, el mismo atleta ha sido galardonado como "mejor deportista discapacitado" en la "Nit de l'Esport" de Cerdanyola del Vallès.
En este post queremos compartir con todos vosotros su crónica de la Maratón de Barcelona. Puro sacrificio y mucha ilusión.
Atleta Visible: El domingo 16 de marzo corrí La Marató de Barcelona. No era una carrera más. El objetivo principal de la temporada era bajar de 3 horas en maratón. Unas muy buenas 15 semanas de entreno especifico y un medio maratón en 1h20’49”, me animaron a ir a por 2h56’, ritmo de 4’10”/km.
Se dio la salida a las 8:30h y ya con 14º de temperatura (demasiado calor para correr un maratón). Al poco de salir formamos un grupito de 6 corredores con el mismo objetivo: pasar la media en 1h27’30”. Los primeros kms íbamos algo más lentos del ritmo medio, pero entraba en los planes. Camp Nou, Plaça Espanya, Passeig de Gràcia… el recorrido es muy turístico. Llegamos al medio maratón en 1h28’05”, aunque íbamos con algo de retraso, la marca era buena.
Después de tomarme el gel del km 22,5 me descolgué del grupito. Se me fueron. En el km 24 volví a encontrarme fuerte y casi sin querer volví a reincorporarme al grupito en el km 25. Subí la AV/Diagonal muy bien, pero al deshacer la avenida, no me encontraba con las buenas sensaciones que quería, y en el km 29 me volví a descolgar del grupo, del que ya solo quedaron 3. Paso el km 30 en 2h05’00” a 4’10”/km clavado. Y dejé de mirar el reloj.
Ahora tocaba ir regulando. Prefería ir perdiendo unos segundos por km, que forzar para seguir al ritmo y tener un posible bajón en los últimos kms donde perder muchos minutos. Bebía en todos los avituallamientos, y en contra de mis principios, me tiraba agua por encima “a saco”. No quería deshidratarme y sufrir calambres.
El ritmo era cada vez más lento, pero sin un gran desfallecimiento. Llego al km 39 y me pasa la liebre de 3 horas. En el km 40 me pasa la segunda liebre de 3 horas… y la tercera. Había entrenado mucho y el esfuerzo de los últimos meses me venía a la cabeza. Mi entrenador me dice que las liebres van algo más rápido, y al llegar al km 41 me dice que tengo algo más de 5’30” para hacer sub 3 horas. Llego a la recta de meta y sin poder aumentar el ritmo, veo que puedo llegar. Cruzo la meta, miro mi reloj y veo 2 horas y pico. Ya está. ¡Conseguido!
Al final 2h59’50” (1h28’05” + 1h31’45”), diez segundo que suponen la gloria. Ha costado mucho pero se ha logrado. Si no hubiera estado tan fuerte como para ir a por 2h56’, con el calor que hizo veo difícil que hubiera bajado de 3 horas.
Cuando ya me estaba recuperando del esfuerzo, me llamaron por megafonía reclamándome para ir al podio como 1º Discapacitados Visuales (segundo año consecutivo).
El maratón es una carrera exigente, que requiere de un buen estado previo, seguido de un riguroso entrenamiento específico y culminado en 42,195kms donde nada está decidido. Cuantos más factores tengas controlados, más posibilidades de culminar con satisfacción tendrás.
Este maratón ha sido otra gran experiencia.
¡A ver cuál será la siguiente!
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