lunes, 19 de noviembre de 2012
Tipos de metatarsalgias y formas de tratamiento
Fuente: Vivir Mejor, entrevista con D. Manel Pérez, podólogo y vocal y miembro de la Junta directiva del Col·legi Oficial de Podòlegs de Catalunya.
La metatarsalgia que provoca dolor en el pie y afecta sobre todo a mujeres, puede incluso hacer que la persona cojee y no pueda caminar. Así lo explica Manel Pérez, podólogo y vocal y miembro de la Junta directiva del Col·legi Oficial de Podòlegs de Catalunya, además de profesor de los estudios de Podología de la Universidad de Barcelona.
Metatarsalgia
El concepto general engloba diferentes patologías que cursan con molestias en la zona de la planta del pie. Se produce un dolor que puede llegar a impedir la deambulación de la persona. Distinguimos distintos tipos de metatarsalgias: las que afectan solo al tejido blando del pie, las que afectan al tejido nervioso y otras que llegan a la afectación ósea. Dentro de estos tipos, algunas de ellas tienen suficiente entidad para recibir nombre propio. Es el caso del neuroma de Morton donde se produce un engrosamiento del nervio que provoca un dolor invalidante. Otro ejemplo es el de la enfermedad de Freiberg, donde lo que ocurre es una afectación ósea de la cabeza metatarsal, lo que conlleva una mala irrigación de esa zona y se llega incluso a deshacer parte del hueso.
¿Afectan a los dos pies?
Las metatarsalgias afectan en principio a los dos pies aunque suelen empezar de forma unilateral. Cuando el dolor empieza en un pie el mecanismo compensatorio de los humanos nos hace evitar presionar en esa zona dolorosa, así que sobrecargamos más en el otro pie y la consecuencia es que el pie donde estamos cargando todo el peso del cuerpo empieza a manifestarse con algias.
Causas
Son muchas las causas que las provocan, pero hay un factor que es clave: el calzado. El tacón alto es uno de los mayores motivos de este dolor, también las punteras estrechas que ejercen presión en los nervios y las suelas delgadas y poco amortiguadoras. Estas características suelen ser las del calzado de mujer, así que por eso ellas son las que más metatarsalgias acusan. Otro de los motivos puede radicar en la morfología del pie. Las personas con el pie cabo, al tener menor superficie de apoyo, tienen mayor tendencia a esta problemática. El tipo de suelo sobre el que caminamos también puede ser una causa, así como la actividad deportiva que desarrollemos. Las sobrecargas ayudan a la desaparición del tejido graso amortiguador del pie sobre todo en ancianos, quienes pierden esa almohadilla natural por lo que sus huesos tocan directamente con el suelo. Por último cabe destacar el sobrepeso, que hace que las probabilidades de tener una metatarsalgia se disparen en comparación con las de una persona en su peso ideal.
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